Billy Corgan le ve cada día que pasa menos futuro al rock. Ese porvenir oscuro ha hecho que también se le hayan ido las ganas de salir de gira. Y es que, tal como reconoce a la web danesa Politiken.dk (vía Alternative Nation), ni siquiera se lo podría permitir económicamente.
Lo que pienso ahora mismo es que es el fin de una época. Casi hemos terminado la gira de «Oceania» y entonces encontraré algo nuevo. Por ahora, el rock ha perdido su vigor y ya no me siento parte de él. No hay virtualmente bandas que se hayan desarrollado como si hicieron The Rolling Stones, The Beatles y Led Zeppelin. Y el público ha perdido el deseo de probar algo nuevo. Así que, luchar en ese mundo, es una pérdida de tiempo para mi.
Quizá debería empezar a tocar para público más reducido pero a un precio más elevado. Darles una experiencia 10 veces más fuerte que la que obtiene la gente ahora. O quizá deba dejar de girar, porque no me lo puedo permitir. Quizá lo reduzca a cinco conciertos al año. En cualquier caso, creo que tienes que salir de esta espiral, en la que usas un año para hacer un álbum, sacarlo, esperar el juicio de los críticos, Twitter y Facebook y luego salir de gira a promocionar el disco. Creo que eso se ha terminado. Al menos para mi.
Cada día pienso en dejar de girar. Es una cuestión de prioridades, en lo importante que es estar en casa con los perros, estar de vacaciones, estar en el estudio. Y he estado más de gira que otra cosa en los últimos 25 años. Ahora mismo vivo en el mismo hotel en el que estaba hace 16 meses. Es una locura. Da la sensación de ser interminable. Quizá sea el momento de irse y crear algo nuevo.
Recientemente tocamos en un festival en el que, viendo el cartel de los tres días, vi que yo había vendido más discos que todas las otras bandas juntas. Y aún así no era cabeza de cartel. ¿Qué hago entonces? ¿Por qué quedarme ahí tratando de demostrar algo que ya he demostrado?
Cuando empecé The Smashing Pumpkins en 1988 no pensé que fuese a vender muchos discos. Solo iba a tener la reacción del amigo que se sentara y escuchara. Mi mundo era así de pequeño. Y quizá es momento de meterme en un mundo más pequeño pero más peligroso. Porque si creas algo con gran fuerza e integridad, quizá el mundo empiece a mirarte. Y he demostrado que puedo hacerlo.