El frontman de los amuermantes The Calling (seguro que recordaréis el ñoño tema con el que lograron relativo éxito), Alex Band, fue agredido la madrugada del domingo en Lapeer, Michigan, tras un concierto de su banda en un festival.
Parece que la paliza que recibió no estuvo motivada por la calidad musical de sus composiciones sino por el vil metal: le pidieron todo el dinero que llevara encima. Tras darle una manta de palos con porras, le dejaron a su suerte cerca de las vías del tren donde sus compañeros le encontraron.
Según ha explicado el propio Band, sus agresores no le mataron porque tuvieron piedad de él al contarles que iba a ser padre primerizo. «No matamos a padres«, parece ser que le dijeron, en una frase que parece sacada del guión de un telefilme dramático de media tarde.
Band, con la columna lumbar fracturada y magulladuras en la cara, asegura:
Nunca pensé que mi hijo no nato sería mi salvador. Doy las gracias por estar vivo y sé que estoy destinado a llevar de vuelta mi música a mis fans.
Viendo la foto de como quedó hay más de uno que malpiensa si no se trata de una treta publicitaria para darle bombo al regreso de un grupo que llevaba en salmuera desde 2005.