Han editado hace poco Poison The Well nuevo disco que además de ser una nueva vuelta de tuerca a su sonido granjeándoles toda clase de parabienes de la crítica, ha significado también la entrada en la formación de un nuevo bajista y un guitarrista. El batería Chris Hornbrook ha hablado sobre el tema con CausticThruts.com sobre esta circunstancia.
«Afecta y no afecta en cosas. Creo que en este momento no lo hace porque hemos llegado a la conclusión de que siempre seremos tres, aún estando el antiguo guitarrista Derek en la banda, y éramos cuatro. Siempre hubo un bajista cambiante o un guitarrista cambiante. Es una mierda porque cada vez que traíamos a una persona, tratamos de meterle en nuestro círculo y que fuese parte de la banda, y que sintiera que era parte de ella. Pero por una u otra razón siempre nos ha salido el tiro por la culata. Normalmente la cosa se resume en que es un tío muy buena gente pero que no sabe tocar muy bien su instrumento o que si sabe tocar muy bien pero no es demasiado buena gente. Parece que eso es así, al menos en cuanto a bajistas.»
«Versions» es el título del álbum. Explica el significado Hornbrook. «El título significa las diferentes versiones de esta banda, ya sea con Derek, Jason o Ben o nuestro antiguo manager o estando en Atlantic, son diferentes, cambiantes versiones de esta banda, conmigo mismo, Ryan y Jeff en el papel de testigos de todo ello. Sentimos, debido a los tres últimos años, que era un título apropiado para el disco. Tuvimos un puñado de títulos y una vez Jeff nos presentó de algún modo el título, supimos que ese era. Pensamos que representa el disco y de donde venimos.»
Una de las sorpresas del disco es oír instrumentos de viento. «Bueno, no creo que nadie estuviera buscando poner específicamente instrumentos de viento. Parecía más bien algo que iba a funcionar. Creo que uno de los productores sugirió, '¿Por qué no metemos una sección de instrumentos de viento americana?, y creo que Ryan cogió el guante y dijo, 'Vale, eso es realmente guapo', y compuso la melodía y dijo, 'Probemos'. Nuestro ingeniero, Eskil, toca todo un surtido de instrumentos, uno de ellos el trombón, así que sabíamos que eso lo teníamos ahí. Doblamos dos clases de trompas y funcionó. Se reclinaron y lo hicieron, y al oírlo fue como, 'Esto suena genial. Mola mucho'. Esto no ha sido hecho nunca antes en este tipo de música, de la escena de la que venimos. Esto es diferente y mola, y estamos en ello y es algo que no se va a ir, y espero que los chavales no lo odien (risas).«