Daniel Johns, líder de Silverchair, en plena vorágine promocional de «Young Modern«, nuevo disco del trío, ha tenido un aparte con la gente de Fasterlouder.com.au para hablar del disco y su gestación, entre otros asuntos.
Johns reconoce que nunca se sintió preparado para deshacer definitivamente la banda con la que saltó a la fama con 14 años. «Sé que somos realmente buenos amigos y que hacemos buena música. Especialmente en directo; es realmente difícil renunciar estando en una banda que creo que es una banda relmente buena en directo. Siempre es divertido cuando hacemos conciertos. Tenemos rituales que llevamos haciendo durante años y son realmente adictivos (risas).»
Después de publicar el primer disco de The Dissociatives, Johns pensó en publicar sus nuevos temas -tenía 54 compuestos- en un disco en solitario. Sin embargo, la actuación que Silverchair hicieron en el festival Wave Aid, para recaudar fondos para las víctimas del tsunami del sudeste asiático de 2004, le hizo cambiar de idea.
«Tras (el Wave Aid) decidí que sería mejor si era un disco de Silverchair. Quería volver a tocar con esos tíos. Les enseñé las canciones y les gustaron de verdad. Si les hubiera puesto las canciones y no hubiera visto que respondían bien a ellas probablemente no habría hecho un disco de Silverchair. Pero parecía que les gustaba de verdad, así que lo siguiente parecía una cosa bastante natural de hacer.»
Confiesa el frontman que la transición musical del «Diorama» al «Young Modern» ha sido la más complicada de todas las transformaciones que la banda lleva a lo largo de su ya extensa carrera. «Normalmente siempre viene de forma bastante natural la dirección que quiero tomar con las canciones. Pero con este como que decidí no tomar ninguna dirección. »
Varios de los temas del álbum han sido co-compuestos por Johns, junto a Julian Hamilton del grupo electropop The Presets, que fue teclista de gira de Silverchair durante la gira de «Diorama«. Fue él el que le ayudó a centrr algo más las canciones. «Sentía que podíamos hacer un álbum de pop bastante directo, con canciones como 'Reflections of a Sound' y así, y hacer pop Lennon-iano, o podíamos hacer un álbum de orquesta circense de ochenta miembros. Pero parecía la mejor opción el hacer un poco de todo -yendo de género a género asegurándonos que el núcleo de la banda seguía al frente en todas las mezclas. Era realmente importante asegurarse de que sonaba como una banda en lugar de hacer otro paisaje sonoro.
Da la sensación de que en cada disco trato de inventar una nueva banda y un nuevo sonido. Y lo mismo pasa con este disco pero es también, en lugar de tirar hacia adelante y hacer cualquier cosa, se trata de tirar hacia adelante incorporando todo lo que hemos aprendido en los últimos 15 años como banda. Queríamos hacer algo que tuviera muchas capas y que bordeara lo excesivo pero realmente simple – realmente quería hacer un disco simple. Mi meta principal era simplificar.»
Si con «Diorama«, Johns buscó y rebuscó en su interior, con este nuevo trabajo, la perspectiva fue diferente. Recuerda como salía noche si, nocha también para ver el mundo y «lograr una mejor perspectiva de lo que es el mundo pero me di cuenta de que cuanto más te involucras con el mundo menos sentido tiene.» Así, el vocalista y guitarra sigue siendo feliz estando alienado del mundo aunque menos que antes. «Creo que ahora tengo muchos más amigos de los que solía cuando estaba componiendo 'Neon Ballroom' o 'Diorama' .Siempre tenía la sensación de que no quería estar con nadie porque a nadie le parecía divertido (risas) Creo que eso ha sido el catalizador para componer este disco, cuando empecé a salir y conocer a gente. Pensé, 'Esto puede ser un buen ángulo para el disco – Puedo salir y verme a mi mismo en vez de quedarme dentro de mi y rebuscar ahí.»
Este álbum colma las expectativas de Johns de hacer un «álbum de pop psicodélico con elementos de rock and roll» todo ello muy lejano del rock rabioso que tocaban en sus dos primeros álbums, «`Frogstomp]» y «Freak Show«.
«Honestamente, yo tengo la sensación de que nuestro primer disco fue 'Neon Ballroom'. Nunca lo sentí de otra forma. No tengo la sensación de que nuestros primeros dos discos fuesen Silverchair: esa es nuestra banda de instituto. No me gustan demasiado. Los oigo y suelto, '¡Qué mono!', especialmente el primero porque con 'Frogstomp' teníamos 14 años. Pero en el segundo teníamos 16, y estoy en plan, 'Te estás haciendo viejo, te quedas sin opciones'. Todo el mundo en una banda, no importa lo buenos o guays que sean, tiene alguna clase de oscuro secreto guardado, una banda de instituto guardada en el armario (risas) ¡Te lo aseguro, joder! Lo que pasa es que la nuestra vendió cinco millones de discos (risas) Joder, se supone que debe ser un secreto.«