El frontman de Killswitch Engage, Jesse Leach, ha hablado con Metal Hammer sobre su salida del grupo, a mitades de 2002.
No hay duda de que algo no iba bien en mi cabeza cuando dejé Killswitch. Estaba luchando contra una depresión. En ese momento era una sensación muy de estar por los suelos, alienado, como si no estuviera preparado para la vida en la carretera. En tu mente, de niño, es una cosa pero cuando sales ahí de verdad, es otra cosa totalmente diferente.
Leach sufría estando en la carretera:
Tenía problemas con mi voz y como usarla adecuadamente. Pasaba apuros por mantenerla. No salía por ahí con la banda porque estaba demasiado preocupado por conservar la voz. No bebía, simplemente no participaba en ninguna de las cosas divertidas de estar de gira.
Salir y ver cosas, ser sociable, tomarme algunas copas, no hacía nada de eso y terminó metiéndome la cabeza en sitios muy oscuros hasta el punto en que era apático con lo que hacía. No era más que un chaval punk y no me conocía – ¿quien se conoce a esa edad? – y me río ahora cuando me veo y considero la persona en la que me he convertido.
Tras la salida de Leach, la banda de Massachusetts reclutó al por entonces frontman de Blood Has Been Shed, Howard Jones, que por problemas de salud (al menos aparentemente fue la razón), dejó el grupo en 2012. En febrero de ese año, Leach volvía a ser el frontman del grupo.