El periódico The Irish Times ha charlado con el frontman de Opeth, Mikael Akerfeldt, sobre el estatus de su banda como una de las más innovadoras del metal actual.
«No le veo el sentido a tocar en una banda y hacer solo una cosa cuando puedes hacer de todo. Sería imposible para nosotros tocar solo 'death metal'; esas son nuestras raíces pero ahora somos un revoltijo de todo, y no puristas de ninguna forma musical. Para nosotros es imposible hacer eso, y francamente me parecería aburrido estar en una banda que solo toca música metal. No nos asusta experimentar o que nos cojan con los pantalones bajados, por así decirlo. Eso es lo que nos mantiene en marcha.
No es que me levantara por la mañana y tuviera la idea genial de hacer un riff jazz y meterlo en la mezcla. Un crítico de nuestro reciente álbum se echaba las manos a la cabeza. Dijo que sonábamos como Elton John y Boyz II Men. ¿Así que qué? Me parece guay, genial. No tengo la sensación que tengamos ningún límite. No queremos ser diferentes por ser diferentes; si me viene algo que suena bien se queda, indepedientemente de que alguna gente piense que suena mal.
Cuando digo que no tenemos ningún límite no es del todo verdad porque hay ciertos tipos de música que siguen sin gustarme – digamos hip-hop, ska, música de baile. Así que no experimentaríamos con esa clase de música porque no nos gusta. No habrán rapeos en nuestros álbums por el momento, eso seguro.
Cuando era más joven tenía más gustos puristas. Si alguien me decía que debíamos hacer funk, yo le decía que no. Queríamos ser heavys y extremos, que era nuestra forma de rebelarnos, como los chavales y el heavy metal. Aún tiene un elemento forastero, y eso es lo que nos gusta. Con el paso de los años, conseguimos tocar nuestros instrumentos mejor y ganamos más influencias musicales. No tenía miedo de decir que esa canción de Elton John o aquella de Stevie Wonder era buena. Pero aún así nos aferramos a nuestras raíces metaleras porque nos encantan.
A mi me gustan las formas musicales oscuras y las letras pero eso solo es un gusto personal – no me hace necesariamente una persona negativa. Mucha gente estaría de acuerdo en que de la música negativa puedes sacar emociones positivas. Leonard Cohen es un buen ejemplo de sensaciones vitales al escuchar sus canciones. Me gustan momentos que suban el ánimo en la música pero la música feliz-bailable me causa vergüenza ajena a cierto nivel. Mucha gente no me cree cuando digo esto pero me gusta el rollo negativo. La mayoría del estilo de vida metalero es bastante oscuro, y así es como es. Me ha influído mucho eso pero dicho lo cual, aún me gusta la música que levanta el ánimo.«