La revista Uncut, editada por el mismo grupo editorial que la New Musical Express, publica en su número del mes de febrero una interesante entrevista con los dos pesos pesados de Aerosmith: el frontman Steven Tyler y el seis cuerdas Joe Perry.
«¿Si ha cambiado mucho Aerosmith desde que empezamos hace 30 años? Es diferente y aún así no tan diferente,» afirma Tyler. «Empezamos queriendo ser como Janis Joplin, bebiendo Jack Daniels en el escenario y cantando dejándonos el culo. Entonces te haces famoso y es un puto milagro pero tu ego se flipa y todo se convierte en secundario al lado de la banda por la simple razón de que no tendrías nada si no fuese por la banda. Ahora tenemos familias y, por supuesto, las familias van primero. Pero si un familiar fallece y tenemos que hacer un concierto, el concierto se hace y lidiamos con lo otro luego.»
Siendo reconocidos como grandes fans de los New York Dolls, le preguntan a Perry que si en un mundo justo los neoyorquinos habrían tenido tanto éxito como ellos, a lo que contesta: «No creo que tenga nada que ver con un mundo justo. Tiene que ver con lo que lleva mantener junta una banda pese a todas las adversidades. Si acaso, los Dolls tuvieron más ventajas que Aerosmith en tanto en cuanto ellos eran la niña bonita de la prensa de New York y todo eso. La mayoría de bandas fracasaron en lograr una décima parte del reconocimiento que ellos lograron y lo echaron a perder. Fueron la primera banda que me encantó que vi autodestruirse. Lo que aprendí de eso es que no es suficiente poner el pie en la puerta. Necesitas mantener ahí el pie, meter el resto del cuerpo y luego mantenerte ahí.»
Teniendo el dinero por castigo como tienen le preguntan a Tyler sobre donde vale la pena invertir los ahorros. «La cosa más ridícula que haya comprado nunca fue un avión. Me costó casi un millón de dólares. El tipo que me llevaba en él era el que me vendía la coca. En una ocasión volamos a través de una tormenta con rayos y por momentos el avión daba la sensación de que no iba a hacerlo. Lo vendí poco después con un buen beneficio. Olvídate de los clubs. Aviones y propiedades, siempre lograrás beneficios.»
Ambos son interrogados sobre cual consideran el mejor y peor disco de la carrera de la banda. «Serían 'Toys In The Attic' (de 1975) o 'Rocks' (de 1976). También 'Pump' es bastante maravilloso,» opina el vocalista. «Hay unos pocos álbums de Aerosmith que he elegido no recordar nunca más. Pero lo peor sería alguno de esos muchos 'Grandes éxitos' que la compañía discográfica sacó en los 90 sin nuestro permiso cuando deberíamos haber estado más centrados en la jugada pero bueno, ejem, estábamos ocupados.»
Por su parte, el guitarra cuenta que «para mi, el peor fue 'Done With Mirrors' (1985). En ese momento, intentábamos hacer un álbum que fuese un poquito de los antiguos Aerosmith y hacia donde queríamos ir. Esas canciones no estaba completamente faltas de inspiración pero poco aportaron. Ese debió ser nuestro disco más flojo. El más fuerte diría que es 'Get A Grip' (1999). Da la sensación de ser un punto culminante donde nos dimos cuenta de nuestro potencial y lo pusimos ahí, a la vista. No me sorprende que canciones como 'Eat The Rich' y 'Livin On The Edge' hayan sobrevivido el paso del tiempo.»
Recuerda el mismo Perry como en sus años de excesos tuvieron deslices cuanto menos curiosos: «En una ocasión tocamos la misma canción dos veces porque nos habíamos olvidado de que ya la habíamos tocado. Quizá pueda parecerle gracioso a alguna gente pero no nos enorgullecemos de ello. Fue esa clase de mierda la que hizo que la gente dejara de venir a nuestros conciertos.«