La gente de The Metal Forge ha departido con el guitarrista de los suecos Meshuggah, Mårten Hagström. Hagström muestra su satisfacción por la reacción de los fans y el público en general hacia «obZen«, último trabajo publicado.
«Estamos muy contentos hasta el momento. Parece estar yendo muy bien y la respuesta ha sido aplastante. Sabes, la industria está en declive y hacemos algo marginal así que bueno ver que nos va bien. Está el hecho de que siempre que sacamos un disco hay una especie de división, ¿sabes? Hay un puñado de gente a la que no le gusta y otro puñado a la que si le está gustando el álbum, así que nos sentimos bien. Y por muy bien que nos sintamos con el material, justo ahora es cuando nos va entrando; ahora es cuando lo vemos en perspectiva y vemos lo que realmente es porque siempre nos lleva algo de tiempo. Siempre hay cosas que te gustaría cambiar pero estamos bastante convencidos de que nos hemos acercado mucho a la meta.»
El músico explica como componen: «A veces, cuando te sale el material puedes oír como 3 riffs seguidos y te sale otra cosa, y tratas de meterla ahí, y mientras tratas de hacerlo, te sale lo que debería venir después, y ahí empiezas a construir y de golpe, ya tienes media canción o quizá una canción entera. Pero la mayoría de veces, es un riff aquí otro allá pero todo el proceso de componer es como hacer un plano porque me siento y programo la batería, grabo la guitarra y grabo el bajo en un ordenador, así, cuando le presento la idea a los chicos, está todo en forma de banda casi como me gustaría que fuese. Así, en un momento u otro, cambiamos los arreglos en una parte o cambiamos un bombo o quizá movemos algo pero nos mantenemos dentro de la idea general; no es muy distinto. En algunas canciones si que reestructuramos mucho pero no es frecuente (que lo hagamos).»
Una banda que vive de experimentar, ¿es posible que se haya privado de probar algo? «Supongo que cada uno tiene cierta parte de él que le gustaría probar algo diferente. Sé que Frederik (Thorandal, frontman) hizo su álbum en solitario pero no es que se aleje mucho de lo que Meshuggah hace pero aún así es algo diferente. No es que ninguno de nosotros quiera sentarse y cantar canciones en plan fogata veraniega pero, sabes, siempre hay eso diferente que sientes que no es 100% Meshuggah pero que es bueno por si solo. Trasteamos con cosas diferentes pero no es algo en lo que nos centremos. Es más o menos algo que sucede de refilón y en lo que respecta a la banda, cuando algo surge, surge. Cuando nace una idea, es lo que pasa y hemos aprendido a no forzarla porque cuando haces eso mucho del material no funciona, tiene que ser intuitivo a cierto nivel.»
¿Es consciente de que su banda sirve de influencia a montones de nuevos grupos? «No sé, básicamente es algo bueno. Es difícil ponerte a pensar que aparentemente estamos inspirando a todas esas bandas, es jodidamente genial. No es algo en lo que pienses. Es bonito ver que gente, especialmente músicos que conoces, siendo músico sabes que muchos músicos cuando empiezan tratan de emular el tipo de música que está ahí fuera y si has hecho algo que haga pensar a la gente que es la hostia, entonces mola. Así es como yo enfoco la música. Es algo halagador pero dicho lo cual, tampoco sé como evaluar algo como eso.»
Aún teniendo la banda una media alta de conciertos al año, considera Hagström que es la suficiente para poder disfrutar de otros placeres de la vida. «No deberíamos quejarnos. Hay bandas como In Flames que hacen giras de 260 conciertos al año o así así que…Es decir, eso es brutal y supongo que eso es lo que necesitas cuando quieres cimentar una gran base de fans pero es una brutalidad. Nosotros somos una banda que mira más bien por 140 conciertos por álbum y aún siendo eso mucho tiempo fuera, entendiendo que coges aviones y haces entrevistas y vas a un montón de otras mierdas siempre que pueda hacerse porque si bien lo malo de estar en una banda es que estás lejos de tu familia y tratas de superarlo también está el hecho de que cuando estás en casa puedes pasar mucho tiempo ahí, así que es un arma de doble filo.«