Frances Bean Cobain, la hija del añorado Kurt Cobain, ha hablado con la Rolling Stone para promocionar el estreno de «Cobain: Montage of Heck», el documental centrado en la vida de quien fuese frontman de Nirvana.
Frances Bean reconoce que hace tiempo se dio cuenta de que era imposible escaparse de la sombra de su difunto progenitor.
Tenía como 15 años cuando me di cuenta de que era inevitable. Incluso estando en mi coche y con la radio puesta, ahí está mi padre.
Es mítico y nuestra cultura está obsesionada con músicos muertos. Nos encanta ponerles en un pedestal. Si Kurt simplemente hubiera sido como un cualquiera que abandona su familia de la manera más horrorosa… Pero no fue su caso.
Inspiró a la gente a ponerle en un pedestal, para convertirse en San Kurt. Se hizo aún más grande tras su muerte que con vida. Una no cree que pudiera ser aún más grande pero si.
Precisamente, Frances Bean quería, con el documental, romper el aura mítica que envuelve la figura de su padre.
Cuando Brett (el director) y yo nos conocimos, le dejé claro lo que quería ver, como quería que fuese representado Kurt.
Le dije, «no quiero la mitología o el romanticismo». Aún muriendo de la manera más espantosa, hay esa mitología y romanticismo que le rodea porque siempre tendrá 27 años. El ciclo vital de un artista o un músico no es particularmente largo. Kurt ha logrado estatus de icono porque nunca envejecerá. Siempre será relevante y siempre será bonito.
Para mi, la película proporciona mucha más información real sobre mi padre – no simplemente grandes historias contadas mal, mal recordadas, rehechas, contadas de 10 maneras diferentes. Es una prueba real de quien era mi padre de niño, adolescente, como hombre, como marido, como artista. Explora cada aspecto de quien era como ser humano.
En otro orden de cosas, la hija de Cobain hace una curiosa revelación: no es una gran fan de Nirvana.
No me gusta tanto Nirvana. Lo siento gente de promoción, Universal. Me gusta más Mercury Rev, Oasis, Brian Jonestown Massacre. La escena grunge no me interesa.
De cualquier modo si reconoce que «Territorial Pissings» es una canción de la hostia«. También le gusta «Dumb» aunque esa la trae sentimientos más amargos:
Lloro cada vez que oigo esa canción. Es una versión básica de la percepción que Kurt tenía de si mismo – de él con drogas, sin drogas, su sensación de no ser el adecuado para que le llamaran la voz de una generación.
También se refiere a una reunión que tuvo con los otros miembros de Nirvana:
Dave (Grohl), Krist (Novoselic) y Pat (Smear) vinieron a verme donde vivía. Fue la primera vez que (se) reunían en mucho tiempo. Y tuvieron lo que yo llamo el «K.C. Jeebies», que es cuando me ven y ven a Kurt. Me miran y ves que están viendo un fantasma. Estaban todos pasando por un KC Jeebies hardcore. Dave dijo, «Se parece tanto a Kurt«. Hablaban entre ellos, rememorando viejas historias que ya había oído un millón de veces. Estaba sentada en una silla, fumando sin parar, con cara de aburrimiento. Y me dijeron, «Estás haciendo exactamente lo que habría hecho tu padre». Pero me alegra de que vinieran. Fue una experiencia guay, como tener una reunión de Nirvana menos uno. Excepto por su cría.
Precisamente desde la WAAF le han preguntado a Grohl por la reunión y ha recordado:
Fue hace tiempo, yo no la había visto desde que era niña. No la veía desde que tenía 4 ó 5 años. Pat, Krist y yo fuimos a ver a su abuela y la hermana de Kurt y tiene razón. La gente que conocía a Kurt, cuando las ves por primera vez, te quedas como, de tal palo tal astilla. No creo que fuese aterrador pero si dio una sensación familiar. A mi me pareció muy familiar.
El documental se estrenará en cines esta primavera y en la HBO el 4 de mayo.