The Los Angeles Times ha charlado con Slash, guitarra de Velvet Revolver sobre diversos asuntos relacionados directa o indirectamente con él. Así, ha hablado sobre el 'blogger' detenido por colgar en la red temas de «Chinese Democracy«. El guitarra vuelve a repetir el mismo discurso que le oíamos la semana pasada añadiéndole una anécdota.
«Recuerdo que una vez tuve una versión de todo el 'Use Your Illusion' en CD y lo tenía ahí amontonado con una cartulina alrededor. Dejé el hotel en Sudamérica para hacer un concierto, volví y vi que había sido abierto. Uno del personal del hotel lo había abierto. Afortunadamente, lo recuperé y el tipo fue arrestado. Fue una experiencia aterradora…Hacer un disco es como hacer un cuadro o cualquier otro proyecto artístico personal. No veo la diferencia entre ese robo y este.» Hay que matizar que el 'blogger' ha sido detenido por infringir una ley 'anticopyright' y no por robo.
El guitarra habla de su autobiografía. «Fue una experiencia diferente (escribirla). Me resigné a escribir el libro debido a que otro tipo salió con un libro no autorizado sobre Slash. Así que decidí hacer mi propio libro porque una entrevista o un comunicado de prensa para desmentir cualquiera de las cosas que contaba (el otro libro) no funcionaba. El tipo con el que escribí el libro (Anthony Bozza) tuvo un entusiasmo genuino por toda mi historia. No solo el rollo tópico. Fue una auténtica colaboración entre nosotros. Escribí capítulos del libro en mi Blackberry, y lo mandaba a mi coescritor. Pero, sabes, valió la pena porque al final tras todas mis aportaciones acabó saliendo algo bueno. »
Ademas de escribirlo, tras la publicación, el músico ha tenido que llevar a cabo labores promocionales. Eso implica firmas de libros y apariciones varias en distintos medios. Al parecer, Slash hizo buenas migas con David Letterman, uno de los presentadores de 'late shows' más importantes de la TV estadounidense. «Letterman me conoce desde hace tiempo. Cuando firmó por la CBS, hicieron un programa en Los Angeles y me pidió que viniera. Fui y me cayó bien el tipo. Él, como mucha otra gente, me ve como un personaje de cómic.Les parezco divertido. Le llevé algunos puros y desde entonces somos buenos amigos. La última vez que fui me hizo una jugarreta y me sentí bastante incómodo durante dos o tres minutos. Pero, en general, me gustó promocionar el libro. Logras acercarte mucho a tus fans. Había niños de 6 años hasta gente de 60 (en las firmas). El público que compra el libro es diferente el que compra discos pero fue una buena experiencia.«