Un equipo de Discovery Channel se encontraba tratando de filmar un gran tiburón de 1,6 toneladas bautizado como «Joan of Shark» (muy agudos). El caso es que viendo que no había manera de localizarlo optaron por una solución que, si bien no atrajo al objetivo, si hizo que aparecieran dos ejemplares de tiburón, siendo uno de ellos de más de 3,5 metros. ¿Y cual fue el método empleado? Sumergir un altavoz debajo del agua con ‘death metal’ a todo trapo, según leemos en The Independent.
Y es que los tiburones oyen notando las vibraciones de los receptores que tienen en su cuerpo, significando esto que les atraen las vibraciones de baja frecuencia de la música heavy y el ‘death metal’ en general que, para los tiburones suena a peces con problemas (y por ende, presa fácil).
Hasta ahora sabíamos de su aprecio por Deftones: