Una mujer acusada de haber usado los datos del frontman de Linkin Park, obtenidos en la empresa de tratamiento de datos en la que trabajaba, para amenazar y molestarle a él y a su esposa, fue condenada ayer a dos años de cárcel y a seguir un tratamiento psiquiátrico.
La condenada, Sandia Townsend, obtuvo fotos de la familia Bennington, mensajes de su buzón de voz e incluso llegó a viajar a Arizona para conocer al cantante. También obtuvo correspondencia entre Bennington y Warner Bros, sello de su banda, entre la que se incluía, una copia del contrato discográfico o copia de un cheque.
La cosa llegó hasta el punto de que se introdujo en la cuenta de correo de la esposa del vocalista para amenazarla.