Spinner.com le ha preguntado a Billy Corgan, líder de The Smashing Pumpkins sobre su próximo lanzamiento, «Teargarden By Kaleidyscope«, 44 canciones que formarán un disco, las cuales irá colgando de forma gratuita en la red.
«Nunca he estado cómodo con la idea de que trabajas por un par de años para que se te ocurran 12 canciones y que eso se convierta en el álbum. Lo que me gusta de la idea de grabar canción a canción es que siempre estoy en el momento adecuado con la canción. Espero que aumente la calidad de las canciones que publico para que cada canción que saque sea importante para mi. Con suerte el público lo notará.
Va a llevar un tiempo antes de que la industria discográfica encuentre nuevos rumbos. Mientras, sigue actuando como si fuese la vieja industria, lo cual creo que actúa contra el aspecto artístico de sacar música. Pensé que podría rodear todo eso, hacer esas canciones disponibles gratuitamente y pensé en una forma en la que pudiera sentirme realizado. Pensé que llevará unos tres años y siempre estoy sacando algo que me emociona y consigo asimismo cierto nivel de reacción del público de aquello con lo que conectan.»
Corgan reconoce sin tapujos que «separar The Smashing Pumpkins fue un error porque creo que rompió la confianza con el público. Tenía un público muy interesado en esa idea – ya estuviesen interesados en la gente o la idea o las canciones, no lo sé. Como una relación que rompes y luego tratas de retomar, nunca es lo mismo. No significa que no pueda ser igual de bueno pero tiene que ser diferente. Esa bonita sensación se pierde en el intervalo que estás separado. Si hubiéramos dicho, 'Nos fuimos durante 7 años' sería muy similar pero de alguna manera, separarse, trae consigo violencia.»
Sobre las críticas que le achacan que lo único que queda de The Smashing Pumpkins es el nombre indica que «cualquier crítica es justa. la pregunta que haría es, '¿Tengo el derecho a hacerlo?' Lo que he ido viendo desde que reformé la banda es que tengo el derecho. Si sintiera que no, me sentaría y honestamente diría, 'Bah, debería haberlo dejado'. Llevo 20 años con la intención de conectar con el público así que, al final, tengo que contar con eso. No puedo hacer algo en lo que crea porque alguien no sienta lo mismo que yo.»
Preguntado sobre cual ha sido la mayor sorpresa de su carrera: «Si volvieras en una máquina del tiempo a 1993, grabando 'Siamese Dream', alguien podría decir, 'Esto es lo que pasará' y no me lo creería. No me creería las cosas mala ni muchas de las buenas. Si pudiera volver en una máquina del tiempo y hablarme a mi yo de entonces, lo que le sorprendería es que en algún momento yo quería alejarme de ser servil al éxito.
Es una pregunta difícil como artista porque el arte es sobre servir. Quieres comunicarte pero había algo en el proceso de hacer felices a otros que me hacía de alguna manera sentirme infeliz. Me enloquecía pero era bueno en ello. Es como que te recompensen por algo que te hace daño pero todo el mundo te dice que es algo bueno. Entonces tratas de meter esa energía dentro de ti, tratas de que sea algo tuyo y de golpe, ya no haces feliz a la gente. Te haces feliz a ti pero esa es otra forma de felicidad porque haces infeliz a otra gente. Ha llevado mucho tiempo llegar a un sitio en el que me parezca bien eso.
No entro en lo de, 'Si solo una persona es marcada por ello…' Quiero que la gente oiga lo que hago pero creo que solo llego a eso. No será a expensas de mi vida, salud. Si eso me hará un artista normal, pues bueno, podré vivir con ello.«