Los años han acabado reblandeciendo a Fred Durst, frontman de Limp Bizkit, que en los años de más éxito del grupo aparecía como un tipo arrogante y engreído. Pero el transcuros de los años no pasa en balde y Durst ha querido sincerarse para la Rolling Stone. El cantante rememora su difícil infancia, donde era visto como «rarito».
«Se metían mucho conmigo cuando era pequeño. Durante años, miraba al público y veía a un montón de matones y gilipollas que me habían torturado y me habían arruinado la vida. Usaban mi música como gasolina para torturar a otra gente, incluso vistiéndose como yo. La música estaba siendo malinterpretada y la ironía tuvo efecto en mi y lo dejamos.»
A Durst le ridiculizaban de niño por sus gustos musicales: «Me encantaba The Cure, Bauhaus y The Smiths. La gente de mi pueblo no eran muy aficionada a esa clase de música y se metía conmigo. Descubrí el micrófono como medio para sacar algo de esa rabia. »
En 2005 Durst decidió aparcar su carrera musical para probar fortuna en el cine, dirigiendo dos films. Se dio cuenta de que «después de años y años, no podía cargar con todo ello en mis hombros. Simplemente puedo desear lo mejor y esperar que mi música llegue a la gente a la gente con la que trato de conectar. Hay gente que no entiende de qué va Limp Bizkit. Pero bueno, ¿quien soy yo para decirle a la gente para qué usar el arte o como interpretarlo?»
Curiosamente, el primer concierto de regreso la banda de Jacksonville en EEUU será en un evento de la «Ultimate Fighting Championship», a celebrar el 10 de julio. «Siempre me ha gustado ver a gente con habilidad en distintas clases de lucha, metidos en algo con un poco menos de fronteras. Estas peleas son montadas de una forma organizada. No apoyaría que Limp Bizkit estuviéramos en una competición de lucha clandestina en un callejón. »
La banda está ya trabajando en nuevo álbum con vistas a editarlo en otoño. «El estilo no va a decepcionar a ninguno de los fans más auténticos y hardcore de Limp Bizkit. Pero tampoco alienará a nadie que vaya a descubrir por primera vez a Limp Bizkit. Va a cambiar la partida un poco pero seguirá siendo Limp Bizkit, si es que eso tiene sentido.»
El cantante afirma que el 'rap metal' no es un género que acapare su discografía casera. «No escucho ninguna clase de música que sea como Limp Bizkit. Me encanta la música jazz y la música triste. Soy un tío sentimental. Soy un tío romántico. Tengo 38 años y Limp Bizkit no deja de ser algo que hago. Si fuese un pintor, sería un tipo de pintura que hago. A alguna gente le encanta (pero) también hay a mucha otra a la que ofende.«