A pocos días de dar comienzo a una gira por EEUU, Brian Head Welch, quien fuese guitarrista de Korn, hasta que atendió a la llamada divina, ha charlado con NoiseCreep acerca del cambio que ha dado en su vida.
«Lo más valiso que he aprendido ha sido el amor. He aprendido a recibir amor y a amar a Dios. He aprendido a amar mejor a mi hija y sigo creciendo para convertirme en un mejor padre. Siempre la cagaba en lo de ser padre. He aprendido a quererme y a alimentar mi mente, corazón y cuerpo con cosas buenas y he aprendido a perdonarme a mi y a los otros por todas las cosas malas que hemos hecho. He aprendido todo esto aún siendo un tonto gritón, friki, loco, tatuado y heavy metalero.»
No se plantea volver a Korn siempre que Dios no le diga lo contrario: «Si siento que God me lleva a volver a Korn por la razón que sea, lo haría.»
Sus conciertos, al parecer, son todo un ejercicio de conversión al más puro estilo predicador televisivo. «Hice mi primer concierto en Phoenix el fin de semana pasado y fue una locura. Aparte del público normal, el promotor trajo a un puñado de chavales drogadictos que vivían en la calle y podías verles cambiar delante de tus ojos. Estaban dando saltos de arriba abajo. Al final del concierto, todos gritábamos juntos como un ejército, 'Jesucristo me ha cambiado. Me ha convertido en una nueva persona'.»
Antes de tocar el tema que da título a su debut en solitario, «Save Me From Myself«, explicó como superó sus adicciones. «Fue algo emocional y hubo muchas lágrimas. En general, es una experiencia muy agotadora, con chicos saltando arriba y abajo, sudando, llorando, abrazándose y gritando para cambiar. Es como una gran fiesta de heavy metal con Dios.«