El frontman de Shinedown, Brent Smith, ha confesado a The Herald Courier que sus adicciones estuvieron a punto de terminar con su vida y que fue el nacimiento de su hijo, Lyric Santana Smith, el que le hizo replantearse toda su existencia.
«Mi hijo ya tiene 16 meses. Llevo limpio 16 meses…Dejé de meterme drogas. Mi hijo salvó mi vida. Fui un adicto tremendo a la cocaína y el oxycontin. Era la típica estrella del rock…Cocaína y oxycontin, estuve muy enganchado pero mi hijo me salvó de la vanidad y el egoísmo.Tengo suerte de estar vivo. No es que estuviera llamando a la puerta de la muerte: estaba en una habitación tomándome unos tragos con la muerte.«