Jeff Ament, bajista de Pearl Jam, ha recordado para MSN Music las sensaciones que tuvo al volver a oír el cassette de «Momma-Son», la demo en la que Eddie Vedder cantó por primera vez. «Me sorprendió por como un par de las canciones acabaron sonando casi idénticas en el disco a como sonaban en las demos. Se lo puse a Ed (Vedder) y nos partimos la caja. Me dijo que grabó lo suyo en mitad de la noche, y que no sabía si iba a salir algo bueno de ello. He de decir que sin duda era algo mucho mejor de lo que pensaba que iba a ser.»
Como sabéis, una réplica de aquella cinta se incluye en la edición superlujosa de la reedición del legendario «Ten«, el debut discográfico del grupo.
«Como oyente, siempre busco demos o tomas alternativas para ver como han crecido las canciones y se han desarrollado. Te permite meterte en las canciones y ver como crecen – o sus fallos, todo depende,» explica.
El bajista cuenta que el motivo principal de la remezcla del disco era que «simpre han habido cosas con las que no estuve contento con 'Ten'. Tuve mis batallas con el departamento artístico de Sony por la portada. La última versión que nos llegó es la que todo el mundo conoce y en aquel momento, básicamente nos dijeron: 'Si la cambiamos, no podremos sacar el disco hasta dentro de seis meses'. Lo más importante para nosotros era salir y tocar y ser una banda mejor. Pero siempre quisimos que el rosa de la portada fuese más bien burdeos. Así que, para empezar, esto era una gran oportunidad para corregir eso. Luego, mientras lo hacíamos, empezamos a mirarlo todo. Ed encontró una caja con cosas de entonces, yo encontré algunas cosas -había un paquete con cosas inmaculadas. Y luego, convencimos a Brendan O'Brien para que lo remezclara, tras más de 15 años diciendo que no quería ir atrás y retocar un clásico como ese, y está ampliamente mejorado.
Cuando hicimos 'Vs', nuestro segundo disco, recuerdo haber pensado, 'Tío, desearía que nuestro primer disco sonara como este'. Pensaba que era más directo, más poderoso. Recuerdo que Stone (Gossard) tenía la impresión de que la resonancia en 'Ten' tapaba nuestra propia incapacidad para tocar en aquellos tiempos pero cuando encontré la cinta con las primeras tomas, sonaba de muerte. Eso me hizo ir incordiando a Brendan para que considerara hacerlo. Todos queríamos ver qué habría sacado él de aquello. Cuando lo oímos, quedó patente que tenían que incluirse, de que, como mínimo, eran una muy buena alternativa a las mezclas originales.»
No hace mucho, Paul McCartney, decidió reeditar «Let It Be» sin el trabajo de producción de Phil Spector, algo que Ament entendió. «Es una buena comparación porque me encanta 'Let It Be'. Fue uno de los primeros discos que compré y me acostumbré a lo que Phil Spector hizo con esas canciones. Pero puedo entender porqué Paul McCartney entendía que la versión 'desnuda' era superior. Hay menos huella del productor en esas canciones. Creo que esas mezclas son más como Truffaut, como la versión en blanco y negro de 'Ten'. Es mucho más extrema, de sonido más actual. La edición trae ambas (mezclas) así que al final todo queda en manos del oyente.»
El volver a oír pasados los años todo aquello grabado hace tantos años le ha servido a Ament para quitarse de la cabeza una idea errónea: en sus comienzos no eran ni mucho menos malos. «Sabía que hacíamos conciertos realmente energéticos pero yo tenía en mi memoria que no éramos tan buenos músicos. Pero volver a (oír) esas demos y escucharlas en su forma más cruda, hacen que ahora piense, 'Guau, no éramos tan malos'. La versión de 'State Of Love And Trust' con David Krusen a la batería es mucho mejor que la que acabamos editando. Siempre había pensado que (David Krusen) no era un batería muy bueno pero, de hecho, hizo un trabajo maravilloso, y ha acabado ganándose mi respeto.»
¿Era buena idea concentrar tantos esfuerzos en esta reedición? Es decir, ¿no iba a dar la sensación de que querían centrarse más en el pasado que en el presente? «Siempre que hablas de reediciones o nuevas versiones de viejos proyectos, siempre da la sensación de 'Eh, espera, si aún somos una banda factible'. Ahora mismo estamos trabajando en un nuevo disco y uno no quiere que nada se entrometa en eso. Pero, especialmente con 'Ten', hubo cosas que no se hicieron como queríamos que se hicieran. Respecto al resto de álbums no sé qué decirte, estoy bastante contento con ellos pero con este, me comprometí a meterme a hacer esto. Y mientras lo hacíamos, todos pudimos escuchar los recuerdos de cada uno de aquellos tiempos. Sirve para rellenar las partes en blanco, porque aquellos tiempos fueron una locura. Las cosas se movían a un ritmo para el que ninguno de nosotros estábamos preparados. Durante un año y medio, el típico día nuestro era levantarnos, hacer cinco o seis entrevistas, pasarnos por una tienda a algún acto, ir a la prueba de sonido, hacer otro entrevista o dos, hacer el concierto, ir al post-concierto, quedarnos despiertos toda la noche y lo mismo al día siguiente. Era simplemente imposible retenerlo todo.»
Le preguntan qué es lo primero que le viene a la mente al recordar esos tiempos: «Hubo un concierto en Cincinnati, creo, o quizá Columbus. Solo habíamos hecho un puñado de conciertos en EEUU, y luego nos fuimos a Europa durante seis o siete semanas, y estando fuera, el álbum explotó. Esto era antes de los móviles, internet y todo eso, así que supongo nuestros managers nos lo contaron pero realmente no teníamos ni idea, no nos había hecho efecto. En Europa tocábamos en sitios de 200-300 espectadores y cuando volvimos, se suponía que íbamos a tocar en sitios de 400 ó 500 espectadores. Pero de la noche a la mañana, volvimos y estábamos tocando en teatros de 2500 plazas, fue como, 'Guau, ¿y eso como ha sido?' Y tras ese concierto en Ohio, había como 500 personas en el aparcamiento, rodeando el bus. Nunca habíamos experimentado algo parecido. Ahí nos dimos cuenta de que algo había cambiado. Todos habíamos estado en bandas durante 8 ó 10 años, y pasar de trabajar todo un mes para hacer un concierto -imprimiendo flyers, haciendo camisetas, alquilando el equipo de sonido- a, de golpe, que Keith Richards quiere que toques en su fiesta de cumpleaños y Neil Young quiere que salgas de gira con él, es realmente difícil no ir diciendo que si a todo. Y estábamos al borde del colapso hasta que dijimos, 'Tenemos que parar'. De verdad que hay una lección en lo de 'Cuidado con lo que deseas' porque, de golpe, se hizo realidad.»
¿Influirá el recordar todo aquellos en su nuevo material? «Empezamos a componer antes de meternos con lo del 'Ten', así que hay parte de cosas que ya estaban. Pero el escuchar las demos y algo del material que no apareció en el disco o que ni siquiera terminó siendo una canción, me recordó a unos tiempos en los que tocábamos con muchas menos reglas. No teníamos mucho bagaje en cuanto a teoría musical, no sabíamos de, 'esta es mayor, esta menor, eso no encaja en esa escala'. He compuesto un par de cosas desde entonces y pensaba, 'Si, puedo meter esta extraña nota aquí', aún pese a que mi instinto me dice que está mal. Así que mola recordar que el rock and roll no es tocar dentro de unos límites.«