Dez Fafara, frontman de Devildriver, ha charlado con el Lubbock Avalanche-Journal sobre los motivos que le llevaron a terminar con Coal Chamber, la banda con la que logró el éxito a mediados de los 90.
«Tienes a toda es gente a quien le gustaba Coal Chamber y vendimos un buen montón de discos por todo el mundo, es decir, un par de millones en todo el mundo. Tienen tatuajes de Coal Chamber. Luego, de la noche a la mañana, el cantante se va y no saben porqué. No se toman el tiempo de averiguar porqué. Simplemente piensan que es cantant-itis y que va a montar lo suyo. Pero no fue así. Ellos (los otros miembros) descubrieron la anfetamita y el 'speed', y les pareció eso más importante que no hacer música, tener camaradería y viajar por ahí. Así que me fui.»
Tras eso, nació Deildriver. «Podría haberme apoyado en lo de 'Dez, el tío de Coal Chamber', salir por ahí solo como cabezas de cartel con ciertas bandas debajo nuestro para llamar la atención y probablemente habría construido esto no en siete años si no en dos. Habría sido la forma fácil de actuar pero no soy esa clase de tipo. No crecí así. Fui criado con el lema 'el trabajo duro da sus frutos'. Así que lo que hicimos fue volver a la furgoneta y dejarnos la piel. Fuimos teloneros de casi cada banda que había teloneado a Coal Chamber. Tengo que decirlo. Y pillamos cualquier gira disponible a cualquier hora. Así que su había una franja horaria a las 10 de la mañana en el Ozzfest, mi ego no me iba a hacer desaprovecharla. La pillaba.»
En cuanto al sonido de la banda afirma que «ahora mismo es muy popular lo de gritar los versos y cuando llegas al estribillo, meter esa voz grandiosa, super limpia. Lo que eso me dice es 'queremos salir en la radio', así que esto es lo que yo hago. No pensamos en nada de eso.»
Sobre la evolución del grupo indica que «la mayoría de bandas llevan juntas cinco o seis años antes de lograr su primer contrato discográfico. Nosotros llevábamos juntos seis meses. Para cuando hicimos el segundo disco, solo llevábamos juntos dos años. Para cuando hicimos el tercer, llevábamos juntos solo cuatro años y medio. Así que tienes ese crecimiento en la banda que puedes ver en el CD. Eso es lo raro.
Así que cuando digo que seguimos definiéndonos, lo digo porque estamos llegando al punto donde nos entendemos y lo que es mejor para la música y lo que es mejor para la banda, para Devildriver. En este último disco, 'Prey For Villains', tienes la diversidad así como la dureza, así como el ritmo, así como muchos ganchos y eso, para mi, es extremadamente importante. Creo que dimos en el clavo con este disco, con tempos diversos, música diversa, estribillos diversos, diversidad en mi voz.
Estamos aprendiendo. Somos bebés que ahora andamos y que estamos aprendiendo a como componer juntos y hacer que la cosas se solidifiquen. Creo que esa es la palabra, que solidifique delante mío, que todo encaje y tratar de hacer algo más melódico mientras mantenemos el factor heavy y sin perder nuestra autenticidad.«