La Metal Hammer le ha preguntado a Kerry King, guitarrista de Slayer, si eran conscientes cuando grabaron «Reign In Blood» que el álbum iba a ser uno de los más importantes de la historia del metal.
«No dejaban de ser las 10 siguientes canciones (que hacíamos). Por simple que suene, era el siguiente puñado de canciones que compusimos. En ese momento sacamos un montón de riffs rápidos. Dave (Lombardo, batería) siempre fue fan del punk rock y creo que de ahí vino mucho de la rapidez. Los riffs vinieron del lado metalero. Supongo que una descripción más adecuada de lo que hacemos sería una banda de metal-punk y supongo que eso es el 'thrash metal'. En los comienzos, los chicos punk iban a los conciertos punk y los chicos metal a los de metal y creo que nosotros fuimos una de esas bandas, sino la banda, que cambió eso.»
«Angel Of Death», el tema que are el disco causó en su día mucha polémica: la letra estaba basada en el médico nazi Josef Mengele. «Eso me dio la gasolina suficiente para componer música el resto de mi vida. Ver que algo como eso provocaba tal impacto y que la gente se ofendiera, me hizo darme cuenta lo hipócrita que es la gente como gente. Todos somos hipócritas. Se supone que tenemos libertad de expresión pero ¿te vas a ofender porque tocamos una canción sobre eso? Eso está mal. Pienso que, en general, la especie humana está llena de putos idiotas. En resumen, la letra dice, 'Piensa'. Eso es.»
El guitarrista reconoce que en algún momento de su carrera se dejaron influenciar por lo que estaba de moda. «No sé como hemos llegado a aguantar tanto. Los 90 fue la era de los putos Limp Bizkit. Recuerdo que fue la única vez que dejé que algo me influyera mientras estaba componiendo. Cuando hicimos el disco 'Diabolus in Musica' no tenía la cabeza en componer música porque estaba tan ofendido por esa mierda. No podía entender porque nadie querría hacer esa música, y ya no hablamos de que le gustara. Fue mi momento más oscuro como música y eso se mostró en 'Diabolus…' por no estar muy involucrado. Pero nunca tratamos de ser quienes no éramos. Los fans ven eso. Recuerdo que cuando las bandas grandes que me gustaban hacían grandes cambios las odiaba y ser capaz de tomar esas decisiones, es algo que nunca quise hacer. Seguíamos siendo Slayer, lo que pasa es que no fueron nuestros mejores tiempos.«