Scott Weiland, frontman de Stone Temple Pilots, ha charlado con The Sydney Morning Herald, sobre su salida de Velvet Revolver o el regreso de STP.
Weiland explica que girar hoy en día no tiene nada que ver con como era en los 90. «Todo es diferente. Todos solíamos ir en el mismo bus y nos colocábamos y solían haber chicas. Pero todo eso ha cambiado. Ahora es terminar los conciertos, ir directos al bus y salir corriendo. Tengo una cama en el bus para poder relajarme y no destrozarme la voz hablando toda la noche. Me acuesto mucho antes.»
En cuanto a su salida de Velvet Revolver cuenta que «había una química genial en Velvet Revolver. Había tantos egos en esa banda y una persona, una en particular, que no se ponía de acuerdo con nadie y causó muchos desacuerdos. Fue desafortunado como terminó pero así es como pasa en muchas bandas de rock and roll.»
El vocalista confirma que su relación con Slash no es mala, tal como éste mismo aseguró a principios de semana. «No le veo muy a menudo pero recientemente me crucé con él en Las Vegas y la cosa fue bien. No albergo rencor hacia Slash.»
Sobre el regreso de STP con nuevo disco autotitulado asegura que «dio la sensación de ser un nuevo comienzo pero también nos dijimos, 'No necesitamos dar con un super título conceptual'. La imagen de la portada (un signo de la paz) y la música hablan por si mismas.»
«El rock está realmente fracturado hoy en día. Ahora todo son los conciertos, algo que nunca nos ha atemorizado,» explica Weiland. «Ocasionalmente hay grandes sorpresas y bandas de rock que venden muchos discos. Experimenté eso con Velvet Revolver pero no pasa tanto como pasaba en los 90. Ya no hay forma de que las bandas jóvenes de rock se hagan con el escenario como pasó con el punk o el glam y el grunge y el rock alternativo a principios de los 90. Todo está liado.»
En cuanto al público, indica que «los fans más viejos son de nuestra edad. Están a finales de los 30, principios de los 40, con trabajos serios. Así que tienen que contratar a niñeras. Pero también hemos atraído a toda una nueva generación de fans, de 18 a 25 años, y creo que eso es el legado de lo que dejamos. Y el objetivo desde nuestros principios era dejar un fuerte legado y no Lamborghinis.«