Billy Corgan, líder de The Smashing Pumpkins, ha carlado con la Rolling Stone por primera vez en una década. Aparece en la edición impresa de la revista aunque en la web aparecen algunos extractos.
Así, confiesa que durante la última década ha llegado a tener que decidir más de una mañana si «me hacía el desayuno o me suicidaba.»
Preguntado por un asunto más propio de la prensa del corazón, su relación con Jessica Simpson. Asegura que «la quiere.» Profundiza, «si dijera, 'Oh, solo somos amigos' y sería como, '¿Han salido? ¿La ha dejado? ¿Le ha dejado ella? ¿Qué ha pasado?' No tiene nada que ver con eso. A veces a la gente le gusta estar junta y de eso salen cosas buenas. Mi meta en la vida es querer a todo aquel que merezca ser querido, y creo que si la gente la conociera como yo la conozco, la querría como yo. Es así de simple.»
El vocalista y guitarrista también habla que echó del grupo a Jimmy Chamberlin y de la adicción a la heroína de su padre que fue detenido hace dos años con una aguja colgando del brazo.
También le preguntan, «¿Si debo ser incluido en el debate sobre los mejores artistas del mundo? Mi respuesta es si, debo aparecer…Soy influyente. Lo soy.«