Si un disco no es bien recibido por crítica y público siempre puedes dártelas de ser un incomprendido o directamente, decir que si no entienden tu disco son incultos. The Telegraph ha hablado con Lou Reed y Lars Ulrich sobre “Lulu”, el disco que ambos han compuesto juntos y que tantas malas críticas se ha ganado.
“¿A quien le importa lo que diga la crítica? Nunca compongo para ellos, no lo voy a hacer ahora. No tengo interés en lo que tengan que decir de nada. Estoy interesado en si me gusta. Yo compongo para mi. Creo que esto necesita un campeón. Esto es para gente culta. Esto no es ‘Lloro en mi cerveza porque te lo has tirado y llevas tu camión por mi bar’. Puedes escribir 30 de esas y mudarte a Nashville. Estas palabras – cada ez que las veo me emociono porque eso me provoca. Quizá no le provoque eso a nadie más. Me da igual. No puedo esforzarme más. No puedo hacerlo mejor. Y mi corazón fue puro y mi alma fue pura, también. Me metí ahí para hacer música con los mejores tíos que he podido encontrar. Y lo hicimos.”
Reed añade que “muchas veces estos tíos que nos entrevistan se creen que son más cultos que nosotros. Eso sería un error de verdad. No me menosprecies, ¿sabes? No soy el indicado con el que joder.”
El batería Lars Ulrich considera que “creo que somos la banda que (Reed) siempre ha oído en su cabeza pero con la que nunca pudo tocar. Es un ser humano fascinante, es musicalmente brillante, intelectualmente pero creo que se siento malinterpretado. La mayoría de gente tiene una tendencia a empezar una conversación en una posición neutral y ver a donde le lleva. Él empieza en una posición negativa, luego tienes que ir a una posición neutral y luego positiva. Cuando se siento cómodo y confía en la gente, se abre y pueden pasar cosas increíbles.”
“Creo que hicimos una cosa sensual,” asegura Reed. “La música es mágica, te puede hacer sentir bien, puede hacerte sentir mal, y luego le pones palabras serias, no simplemente, ‘Acabo de salir de rehabilitación esta semana, ¡guay!’ Digamos que pasas un poco de eso. En mi vanidad, pensé ‘y si Tennessee Williams le echara un ojo’? ¿No podría ser ‘Un tranvía llamado deseo’ en disco de rock? ¿Por qué nadie lo hace? En lugar de componer la basura que hay por ahí. Siempre quise hacer algo a ese nivel. Me acerqué en Berlín (en referencia a la obra teatral). Muy cerca. Pero este, para mi, de principio a fin, es esto.”
Puesto a definir el disco, Reed explica: “No me gusta la palabra ópera rock pero trato de componer a ese nivel reservado para fotogramas o novelas. Trataba de escaparme de la forma simplista y encontrar una forma melódica diferente siendo aún rock. No quería acabar caminando en la tierra del jazz. Todo este material es sobre emoción, es decir, ¿por qué hacerlo si no? (citando a Shakespeare), ‘extínguete, extínguete, fugaz vela’. Hey, si pudiera llegar ahí, subir esa escalera en concreto. Tienes que sangrar para llegar ahí, donde sea que es.”