El regreso a los escenarios de System Of A Down, cinco años después de abrir un paréntesis sin fecha de cierre definido, fue el pasado 10 de mayo en Canadá. Por ello, la gente de Straight ha querido aprovechar el paso del grupo por esos parajes para hablar con su batería, John Dolmayan.
“No me opongo a los proyectos paralelos y esas cosas pero, al final, esta es nuestra banda,” se sincera el músico. “Esto es lo que le interesa a la gente, lo que la gente quiere oír y esto es lo que quiero tocar. Disfruté haciendo el álbum de Scars (On Broadway, proyecto paralelo que compartió con el guitarrista y vocalista Daron Malakian) y salir de gira con Scars pero Scars es Scars. System Of A Down es, en mi opinión, el verdadero amor de todos en la banda – de los cuatro.”
El batería cuenta las razones que les llevaron a separarse en 2006. “Tienes que entender que, cuando estás en la carretera y en el estudio constantemente, es como si viajaras a la velocidad de la luz. Cuando vuelves, es como si hubieran pasado 20 años y solo eres como una o dos horas más viejo. Salíamos de gira y las cosas seguían igual pero llegábamos a casa y las cosas habían cambiado. Es desalentador — tienes la sensación de no tener raíces. Vives una vida nómada y pierdes el contacto con la gente porque se ha ido alejando de ti. La gente se hace mayor, se casa, muere — la vida continua.”
Y es que, aunque a priori todo pueda parecer flores y viandas, la vida en la carretera tiene su punto aburrido. “Hay cosas realmente maravillosas de estar en la carretera pero también hay mucho de estarte sentado en el bus, de mirar paredes. Puede hacerse realmente aburrido. Es decir, tío, no puedes ir a tantos clubs de striptease.”
Confiesa, asimismo, que le ha llevado tres años convencer a sus compañeros para volver a reunirse. “No hay ninguna personalidad en la banda que pueda ser forzada a hacer algo que no quiera. Somos cuatro individuos (de carácter) muy fuerte.
Todos tenemos nuestros momentos. Todos tenemos nuestras idiosincracias y cosas que nos irritan de los otros de mala manera. Algunas de las cosas de Serj (Tankian, vocalista) me irritan y estoy seguro de que algunas de las mías le irritan un cojón a él. Eso es natural. Cuando estás en una banda, estás en una relación. Haces música juntos, en la carretera juntos, y estás mucho tiempo (los unos con los otros). Pero míranos – hemos estado juntos más tiempo de lo que duran la mayoría de matrimonios.
Y una banda es un matrimonio, excepto que no hay un solo dolor de cabeza, hay tres o cuatro dolores de cabeza; y encima, cada uno tiene a personas que le influyen. Es casi como un congreso, hay tanta gente involucrada. Al final, sin embargo, nosotros tomamos la decisión porque somos la banda. Nuestras relaciones están intactas y siempre lo pasamos genial juntos. El otro día, nos llevó 20 minutos empezar un ensayo porque estuvimos demasiado ocupados echándonos unas risas. Ni siquiera recuerdo que nos pareció tan gracioso pero eso es una señal de que no nos tomamos las cosas demasiado en serio. Nos gusta subir ahí y tocar.”