Sammy Hagar, el ex-vocalista de Van Halen y ahora en Chickenfoot, edita el 15 de marzo sus memorias tituladas «Red: My Uncensored Life In Rock». Tendrá miga porque compartir camerinos con gente como Eddie Van Halen no deja de ser algo extraordinario. Así, la gente de The Pulse Of Radio ha accedido al libro y expone una curiosa anécdota que pone de manifiesto el estrafalario comportamiento de Van Halen.
«Finalmente me invitó a su gigantesca y extravagante casa que él y Valerie (Bertinelli) habían construído antes de que se separaran. Parecía que vivían vampiros. Había botellas y latas por todo el suelo. El mango de la nevera estaba roto. Había telarañas por todos lados… Me dijo que se había curado (de un cáncer) tras licuar partes de su lengua e inyectársela en el cuerpo. También me dijo que cuando le reemplazaron la cadera, se quedó despierto durante toda la operación y ayudó a los médicos a perforar un agujero. Vaya chalado.»