La banda de Oklahoma Caroline’s Spine sigue en la brecha 14 años después, muy a pesar de las enormes dificultades y cambios que han tenido que sufrir a lo largo de todos estos años.
Seguramente a muchos el nombre de Jimmy Newquist no les dice gran cosa, y es muy posible que incluso Caroline’s Spine tampoco les suene demasiado. Sus mejores y más exitosos momentos como banda habría que situarlos en la segunda mitad de la pasada década, y ni siquiera alcanzaron unas cotas de popularidad que les permitiera ser recordados como una banda influyente 10 años después.
Por aquel entonces el segmento de grupos que practicaban ‘rock alternativo’ y que de algún modo recordaban a Pearl Jam y similares eran presa fácil para la prensa y los sectores más reaccionarios de la escena ‘alternativa’ o ‘independiente’ americana. Las especulaciones y acusaciones sobre la poca credibilidad de este tipo de grupos fueron constantes y aunque en muchos casos tenian mucha razón de ser, acabaron por afectar muy negativamente a bandas que como Caroline’s Spine que ya tenian una trayectoria antes de dar el salto a una multinacional, y que han continuado trabajando después de salir del ‘mainstream’.
En definitiva la historia de Caroline’s Spine es la misma de otras muchas bandas que salieron del ‘underground’ cuando la industria buscaba nuevos “productos” de corte ‘grunge’ o ‘post-grunge’ que ofrecer al gran público, y fueron expulsados por la puerta de atrás con la misma fácilidad que fueron fichados.
Desde que en el año 2000 la banda fuera despedida de Hollywood Records tras la publicación del magnifico «Attention Please«, las deserciones y retornos en el seno del grupo han venido siendo más o menos constantes, asi que J. Newquist se las ha venido ingeniando todos estos años para seguir con la banda adelante entregándonos una vez al año nuevo material, que no siempre ha sido fácil de seguir o conseguir en las tiendas o incluso en internet.
En todo caso, el reciente nuevo álbum que nos presentan Caroline’s Spine ha caído en nuestras manos, y parece que tendrá una distribución cuando menos digna. «Work It Out» es el décimotercer trabajo del trio de Oklahoma, y aunque podría considerarse un ‘mini’ o EP, ya que únicamente contiene 8 temas, es en verdad un disco en toda regla, un trabajo que sirve para reencontrarnos con los mejores C’SP, aquellos que nos entregaron excelentes canciones en clave ‘post-grunge’ hace 10 años.
Si bien es cierto que J. Newquist es un compositor que siempre ha mostrado una habilidad especial para la composición de temas con una descarado corte melodramático, algo especial tienen que siempre han salido airosas de la comparación fácil. De hecho, su estilo, y el de Caroline’s Spine es perfectamente identificable y aunque tanto a nivel de influencias como de sonido podriamos situarlos en algún punto convergente junto los primeros Live, los Pearl Jam de la etapa «No Code» o los Seven Mary Three más maduros, algo los hace únicos y diferentes.
Estas 8 nuevas canciones carecen de los artificios propios de esta época, la composición, producción y demás ha estado controlada en todo momento por Newquist. Se ha rodeado de la formación original de la banda para grabarlo, y esta química ha funcionado perfectamente.
El disco se abre con «Work It Out» una buena muestra del sonido tradicional de la banda, y donde el grupo se gana el primer punto positivo: conseguir sonar frescos tras 15 años de carrera sin renunciar a tu propio sonido es algo de lo que no pueden presumir muchas bandas. La voz y el registro de Jimmy sigue manteniendo ese magnetismo y cercanía que tanto le ha venido caracterizando a largo de los años.
Los siguientes cortes, «The Light Inside», «Take My Heart» y «Walk I Like», mantienen un nivel más que digno, buenas melódias y excelentes riffs de guitarra, siguen ejerciendo de maestros en como construir una buena canción sin necesidad de recurrir a melodías previsibles ni coros retóricos.
Los siguientes temas continuan ahondando en los mismos derroteros, sin caer jamás en la previsibilidad -para gustos los colores pero “Bombs Away” es una de mis favoritas. ¿Motivos? Ninguno en especial o quizá el mejor es reconocer que este tema en manos de alguien como Chad Kroeger sería un pastelazo infumable con guitarras dobladas y artificios varios.
El disco toca a su fin con «Seed To Sow» y «When You Go», y ¡sorpresa! Ninguna de las 2 es una balada o medio tiempo. Otro detalle a tener en cuenta es que ni una sola canción es de relleno. Y aunque el disco se hace corto, como dice el dicho popular, si breve dos veces bueno.
Para todos quienes han disfrutado en la última década del sonido ‘post-grunge’, este 2008 ha sido un año muy productivo en cuanto al material con varias ediciones de las bandas que hicieron de este estilo algo especial. Además, el nivel que todas ellas nos han mostrado está siendo muy destacado. Como no podia ser menos Caroline’s Spine no le van a la zaga y con estos 8 temas confirman que la salud musical de esta generacíón era y es extremadamente productiva. Ya no nos brindaran trabajos revolucionarios pero con este tipo de madurez, ¡quien coño quiere revoluciones!