Si las compañías discográficas siguen dirigidas por cabezas de chorlito como el director ejecutivo (CEO) de Universal Music Group, Doug Morris, no hay atisbo de duda de que acabarán sepultadas bajo su propia porquería.
Entrevistado el tal Morris por la revista Wired, a la pregunta de si la industria podía haber hecho algo para no perder el tren de la era digital contesta:
«No hay nadie en la industria discográfica que sea un tecnologista (sic). Es una idea equivocada que siempre dan los periodistas, que la industria musical ha perdido el tren. No lo ha hecho. Lo que pasa es que no sabía qué hacer. Es como si de golpe te pidieran que operaras a tu perro para quitarle el riñón. ¿Qué harías? No sabíamos a quien contratar. Yo no sería capaz de reconocer a una buena persona tecnológica -cualquiera con una historia llena de patrañas me habría engañado.»
En lo que respecta a las descargas 'ilegales', Morris afirma que «un álbum en el que alguien ha trabajado durante dos años – ¿vale solo 9, 10 dólares cuando la gente paga dos pavos por un café del Starbucks? La gente nunca entiende realmente lo que le está pasando a los artistas. Todo lo de compartir la música, y eso, ¿cierto? ¿Es justo que la gente comparta su música, llene sus dispositivos con música por la que no han pagado? Si saliera Coca-Cola del grifo de tu cocina, ¿cuanto estarías dispuesto a pagar por Coca-Cola? Ahí está. Eso es lo que le ha ocurrido a la industria discográfica.»
Morris, de 68 años, ya se ganó los titulares hace cosa de un año cuando afirmó que los reproductores de mp3 (habló de iPod's) no eran más que «depósitos de música robada.«