El guitarrista de Tomahawk, Duane Denison, ha explicado al Nashville Scene que el nuevo disco de la banda, “Oddfellows”, vuelve a la senda de sus dos primeros álbumes, después de un tercer disco, “Anonymous”, en el que experimentaron con sonidos de los indios nativos norteamericanos.
“Parte del álbum es, para mi, hard rock bastante directo y luego hay parte que es… No sé como llamarlo – ¿avant-pop o algo? Si acaso, creo que el álbum tiene más ganchos y estribillos más grandes que nada de lo que hayamos hecho hasta ahora. Hay muchas voces de grupo de canción a canción, casi como si fuesen coros griegos. Me deprime bastante cuando voy a ver una banda o oigo un disco donde las canciones tienen todas la misma sensación rítmica o las voces siempre empiezan melancólicas. Al mismo tiempo, no quieres que las cosas suenen tan diferentes como para que no suene como que es la misma banda. Quieres que suene como la misma gente con el mismo punto de vista – simplemente lo expresas desde otro punto de vista.”
Denison deja claro que “esto no es una banda de jazz. Esto no es John Zorn. Esto es una banda de rock. Hay alguna pequeña nota de jazz aquí y allá pero no mucho. Las tablas de Trevor (Dunn, bajista) nos quita mucha presión y dolores de cabeza porque se aprende el material rapidísimamente.”
El hecho de trabajar sin estar en el mismo sitio es más una ayuda que un obstáculo. “Los egos chocan y las personalidades chirrían unas con otras. Imagino que es como trabajar en una oficina o así – muchas veces tienes que ceder terreno y otras veces, te atrincheras.”
El músico se siente cómodo en un plano más retirado sobre el escenario. “Para las bandas de rock ‘n’ roll que me gustan – The Stooges, The Birthday Party o The Rolling Stones – tener a ese tío delante que canta y baila y verbaliza es una gran parte de su atractivo. Y esa no es mi personalidad. Sería anti-natural para mi tratar de hacer eso.”