Como recordaréis, hace unos días os transcribimos la primer parte de la entrevista que Loudwire mantuvo con John Baizley, frontman de Baroness. Hoy os dejamos con la segunda, en la que habla de su día a día con las secuelas físicas que le ha dejado el terrible accidente que la banda tuvo el pasado mes de agosto estando de gira por el Reino Unido.
Hablando de un día normal cuenta como “he tenido una pierna izquierda gravemente rota y un brazo izquierdo increíblemente destrozado pero ambos han sido remendados de manera que primero iba escayolado, luego en cabestrillo y ahora ni mi brazo ni mi pierna tienen nada externo conteniéndolas. Tengo algo de metal dentro pero por fuera, debido a que me lesioné dos articulaciones, para poder volver a ser totalmente funcional tengo que moverlas. Así que, en otras palabras, como si dijera, si no hubiera sido un codo y una rodilla, estaría escayolado ahora mismo y podría hacer mucho menos pero fueron lesiones bastante traumáticas en las articulaciones y si no las muevo, se atrofian. Así que contrariamente a lo que me parecería lógico, primero dejarías que los huesos se curaran antes de ponerme a trabajar en cosas. Me he roto muchos huesos antes y ese siempre ha sido el caso en el pasado pero con esas dos lesiones, tengo que moverlas. No puedo andar. Al final, serán tres o cuatro meses que tendré que pasar en una silla de ruedas pero me paso el día entero sentado doblando la pierna una y otra vez y girando el pie como un idiota simplemente para que la sangre fluya y que todo se vaya arreglando y con el brazo, en este momento, todo se basa en estirar y empezar a hacer pequeñas funciones.
Como dije antes, doblar la ropa da la sensación de correr una maratón. Tengo la sensación de haber ido al gimnasio si abro una botella de agua o algo así. Es humillante ver, relativamente, lo fuerte que era antes y como éramos todos antes del accidente. El cuerpo humano hace todas esas cosas y por supuesto damos eso por hecho hasta que nos lo arrancan y yo paso cada día viendo canto más lejos he llegado que el día anterior. Así, la semana pasada no era capaz de tocarme la cara y esta semana la mayor mejora que hice es que soy capaz de doblar el brazo lo suficientemente para tocarme la cara y suena estúpido porque, ¿qué vas cuando te toques la cara? La semana pasada, aprendí a colgar el teléfono y a rascarme la nariz con la mano buena; todo va por grados.
Lo bueno para mi es que tengo una familia que me apoya muchísimo y mi hija de tres años no entiende lo grave que es la lesión así que sigue queriendo jugar conmigo y lo que hago es intentar hacer lo más posible para ser un tío normal y eso me ayuda porque no me siento ahí y me autocompadezco y me quedo encallado en esa rutina de inactividad. No tengo tiempo para esperar, no tengo tiempo para nada. Estoy listo para pasar por esto y volver a moverme, y esa era de una de las grandes cosas que cambiaron con el accidente. He llegado a concluir que tenemos una cantidad de tiempo limitado para hacer las cosas que queremos hacer y puede sernos arrebatado muy fácilmente de forma aleatoria sin ninguna lógica o sensibilidad. Me considero muy afortunado por haber sobrevivido al accidente y pasar con lesiones que pueden, razonablemente, curarse. Si, mi brazo no va a funcionar igual que antes y tampoco mi pierna pero no me lesioné la cabeza, sigo teniendo pulso, tengo todas las extremidades y eso no tenía porqué ser el caso. Me dijeron que si la lesión en el brazo hubiera sido un poco peor, habríamos estado discutiendo amputarlo, así que eso es una dosis de realidad. Agradece lo que tienes porque es mucho más fácil que asumir haber perdido esa clase de cosas. Ya no soy un chaval y no soy de esas personas que piensan o pensaba que era invencible pero ahora estoy seguro de ello. Ahora estoy seguro de lo que estamos hechos y la verdad es que es una fina red de carne y huesos. Tienes que respetar eso.”
Recordando la historia del accidente, asegura que los momentos antes del choque“dieron la sensación de ser años. No había tiempo para hacer nada y solo quedó tiempo para el instinto, de actuar por instinto. Si hubiera sabido que iba a haber un accidente… Si hubiera estado preparado para saber que habríamos tenido un tiempo definido para enfrentarnos a ello, quizá habría podido hacerse algo de otra manera. Pero el hecho, el simple hecho, y podría ponerlo claramente: estábamos gritando descontrolados cayendo por una ladera, mientras llovía en un bus. No hay cinturones en nuestro bus. No sé si has visto alguna vez un bus de gira europeo pero hay muchas bandas que para no perder dinero en la gira, se alquilan modelos de buses más antiguos. El bus era un modelo viejo pero era alemán, chófer alemán, era suyo y él lo conducía. Hay leyes de circulación muy estrictas en Alemania así que todo cumplía las normas, no es que fuésemos en el camión de los Beverly Hillbillies y que pudiéramos saltar afuera.
Es decir, ¿como vas a salir de un vehículo que vuela montaña abajo? Haría falta mucha lógica y no lo habría hecho porque mis amigos, mis mejores amigos del mundo, están todos en el bus y los instintos me dijeron que necesitaba despertarles y todo el que estuviera despierto necesitaba saber qué pasaba para poder prepararse para el impacto porque lo otro que tienen estos buses es que si pasa algo considerablemente malo delante no significa que te enteres atrás. El sonido no viaja bien en estos buses así que gritando con toda mi alma, casi no logro la atención de la gente. Creo que todo el mundo se despertó a tiempo para tener un breve momento para entender y ni siquiera estoy seguro de eso. Quizá una o dos personas se despertaron en el hospital pero el simple hecho de que nos moviéramos increíblemente deprisa y que íbamos montaña abajo y el chófer y yo nos mirábamos buscando qué hacer, buscábamos una manera de detenerlo.
Buscábamos un camino hacia el que girar, una rampa por la que subir o algo que pudiera haber amortiguado el golpe un poco y no lo encontramos. Había un camino hacia el que podíamos haber girado pero era casi como que teníamos que haber dado la vuelta, era una curva a la izquierda muy acentuada y estaba claro que el bus habría volcado. Vuelcas un bus y se acabó, buenas noches. La única otra opción es que el bus choque contra otro vehículo. El único otro vehículo que vimos estaba ocupado, iba en nuestra dirección e iba una familia dentro – esa no es una opción, no matas a alguien para salvarte. Por entonces, la colisión era totalmente inevitable y no nos quedaban opciones. Vimos el guardarraíl en el fondo y no había nada que pudiéramos haber hecho. Íbamos tan rápido que nadie podría haber hecho nada. Tratamos de todo, tratamos de usar la velocidad del bus y ralentizar; eso funcionó hasta cierto grado. Nos cargamos el freno de mano y la transmisión ya no funcionaba porque íbamos tan deprisa que no podíamos cambiar de marcha y, por supuesto, no había frenos así que estábamos mecánicamente… Jodidos (risas) Si, ese es el momento adecuado para usar esa palabra. Entonces chocamos contra el guardarraíl y hubo unos segundos que pasé en el aire preparándome para lo que parecía un destino inevitable. Sinceramente, he estado viviendo en la carretera durante más de diez años. Lo acepté en varias ocasiones y ninguna de ellas se aceró o fue tan seria como esta. Estaba listo para ello, me hice a la idea, lo acepté y estaba listo para el final. Esa era la única opción que se me dio. Sabes, en ese momento nuestro bus volaba, no había nada más que hacer que tratar de hacerse a la idea y lo hice. ¿Cuan sorprendido quedé por seguir vivo? ¿Estaba supermegaincreíblemente feliz después de que pasara? Como decía, cualquiera que fuese el dolor físico, cualquier trauma mental que he tenido que sufrir, cualquier mella y rascada y moretón que nos llevemos de esto, te diré que es mejor que la otra alternativa que podríamos habernos llevado del accidente.
Supongo que es eso. Tienes que apañarte con la mano que te han repartido. Eso es lo que tengo que hacer. Es mejor hacerlo y encontrar algo constructivo y algo positivo. Eso es lo que creo que todos están haciendo y estamos realmente contentos porque no estuve de muy buen humor los días después de aquello y trataba de encontrarle el sentido, y gracias al resto de chicos de la banda y el equipo, muchas gracias a los fans que ofrecieron apoyo y nuestros amigos y familia que estuvo ahí o mantenían el contacto con nosotros y elogios y adoración para el equipo de emergencias que respondió y, ya sabes, los cirujanos y todo el equipo médico que nos trató porque nos mantuvo con vida, de una pieza y positivos. Dio la sensación de ser una gran familia tratando de que yo y todo el mundo estuviera bien física, mentalmente. Estoy tan agradecido por eso porque un mes después de nuestro accidente otro bus cayó a 60 millas de donde nosotros que llevaba a gente de otro festival de música y ese accidente que mató a tres personas. Eso me dejó pensando en lo afortunado que somos de tener fans que se preocupan por nosotros, tener familias y amigos y toda esa gente que se preocupa para ser parte de la historia y que ofrece ayuda. Pienso en alguna gente del otro accidente, que quizá no tuvo eso, quizá no había nadie interesado en escuchar qué pasó y perdieron mucho más. Así que, en perspectiva, podría haber sido peor. Podría haber sido mucho mejor (risas) Podría haber sido mucho mejor pero podría haber sido peor.”