La revista New York ha hablado con Trent Reznor sobre su colaboración con Saul Williams en un álbum que se titulará «The Inevitable Rise and Liberation of Niggy Tardust!» y que se pondrá a la venta vía internet. Explica el motivo de hacerlo de publicarlo de este modo, a imagen y semejanza de Radiohead.
«Creo que son tiempos realmente difíciles para ser músico. La realidad es que la gente piensa que está bien robar música. Hay toda una generación ahí fuera que es todo lo que sabe. Yo solía comprar vinilos. Hoy en día, si sacas un disco en un sello, tradicionalmente, la mayoría de gente lo oirá vía una filtración que ocurre dos semanas -si no es dos meses- antes de que salga. No hay nada que evite eso. Me entristece sobremanera porque creo que la música se ha devaluado de forma que simplemente es un archivo en tu ordenador, y normalmente es gratis. Pero no podemos cambiar eso. Lo que podemos hacer es tratar de ofrecer a la gente la mejor experiencia que podamos darle. ¿Funcionará? No lo sé pero pienso que es una forma magnífica de sacar la música para la gente que está interesada. Al final, todo lo que me preocupa es la integridad de la música, y que el sentimiento de aquellos que la experimentan esté lo más descontaminado posible. Preferiría no aparecer en un anuncio de iPod. Preferiría no tener un tono de llamada que te viene con un móvil gratis ni ninguna mierda de esas.»
¿Servirá este disco como banco de pruebas para el nuevo de Nine Inch Nails? «Aún no hay disco de Nine Inch Nails. Empiezo (a trabajar) en uno ahora mismo. Si tuviera uno terminado, lo editaría hoy de la misma forma. No tendré uno hecho hasta dentro de unos meses. Una de las cosas que pusieron esto en movimiento con Saul fue el estar sentado pensando sobre que al fin iba a estar desvinculado de una multinacional, lo cual me parece el movimiento adecuado para Nine Inch Nails. No estaba yo con ganas de meterme en otro contrato con otra compañía grande, y solo quería asegurarme de que no le estaba aconsejando a Saul que hiciera eso con el clima actual. Decidimos tomar el camino que hemos tomado y ahora veremos donde nos lleva.»
Reznor no se atreve a ponerle fecha de caducidad a los sellos discográficos pero si que ve como su poder se va apagando a pasos agigantados. «Quien sabe. Recuerdo un tiempo en que, estando en una gran compañía, nuestros intereses coincidían. A veces es una máquina bien engrasada y el lujo es que noto que tengo un puñado de gente que se encargan de la mierda en la que no quiero pensar. Me trae al pairo el tío de la radio, simplemente quiero hacer música. Pero esos días pasaron, básicamente porque esa infraestructura se ha roto. ¿Desde cuando ya eran irrelevantes (las compañías discográficas)? ¿Quien sabe? Parecen estar haciendo todo lo posible para que ello ocurra lo antes posible. »
Preguntado sobre el cierre -esta pasada semana- de OiNK, un 'tracker' de BitTorrent, al que solo se podía acceder por invitación y en el que se filtraban muchos de los discos que luego días después se vendían en las tiendas confiesa Reznor que «admito que tenía una cuenta y la frecuentaba a menudo. Al final lo que hacía grande a OiNK es que era un gran lugar como si fuese una gran tienda de discos. Casi cualquier cosa que te imaginaras, estaba ahí, y en el formato que quisieras. Si OiNK hubiera valido algo, habría pagado sin duda pero no existe su equivalente en el espacio de cosas de pago. iTunes me da una sensación como de Sam Goody. No me siento bien cuando voy ahí. Estoy cansado de ver la cara de John Mayer. Me da sensación de agobio cuando entro ahí y tampoco pienso que su producto sea magnífico: DRM, bitrate bajo, etc. Amazon tiene potencial pero ninguno sortea el tema de las filtraciones antes de la publicación. Y eso es un puzzle muy complicado ahora mismo. Si tu banda favorita de todo el mundo tiene por ahí un disco filtrado, ¿lo escuchas o no lo escuchas? La gente en los foros le agradece al que lo sube – son los héroes. No lo están robando porque vayan a sacar dinero de ello, lo roban porque les encanta la banda. No estoy diciendo que OiNK me pareciera moralmente correcto pero si que sé que existía porque rellenaba un huevo de lo que la gente quiere.«