Alternative Press ha tenido la oportunidad de departir con Tim McIlrath, guitarrista y cantante de Rise Against. McIlrath reflexiona sobre el uso de la palabra ‘punk’ y como, pese a su trayectoria, pueden recibir críticas por no ser suficientemente ‘punk’.
“No hay una estrategia consciente; así es como siempre lo hemos hecho. No nos preguntan sobre la discográfica. Supongo que es porque hemos dado pruebas de quien somos como banda. Siempre hemos sacado discos; imprimido nuestras letras y tocado en nuestros conciertos – esa es la única prueba que cualquiera tiene que tener. Cuando firmamos para sacar ‘Siren Song Of The Counter Culture’, desde que firmamos hasta que salió (el álbum), la gente tenía muchas preguntas – estaba muy preocupada. Pero cuando salió el disco, la gente dejó de preguntar. Fue como, ‘Aquí está nuestro disco. Estos somos nosotros’. Ese disco es una comunicación directa del artista. Saben quienes son y qué piensan. Eso habría aclarado a la gente como íbamos a seguir, comportarnos y llevar nuestra carrera. La gente sabe qué clase de banda somos. Creo que esa clase de confianza crea una identidad con la que la gente se puede asociar y confiar. Sabemos quienes somos. No vamos a ser algo diferente cada día. No vamos a estar subiéndonos a un carro diferente cada día.”
McIlrath recuerda como en una gira de hace años coincidió con Sonny Moore alias Skrillex cuando este era frontman de From First To Last. “Hay gente que cree que puede hacerlo mejor fuera de la escena. Muchas veces fracasan y eso les persigue. Luego hay ejemplos de gente como Sonny. Recuerdo que teloneábamos a Bad Religion y (From First To Last) abrían el concierto. Era un tío encantador; estaba dispuesto a enseñarme como hacer ritmos en GarageBand. Esto era 2004; podías ver que su corazón estaba en esas cosas. Su corazón estaba en hacer loops de batería y ritmos. Acabó envuelto en From First To Last y quizá no era lo que tenía que hacer.
Recuerdo cuando Derek (Miller) dejó Poison The Well y dijo, ‘Quiero hacer algo diferente’ y dejó la banda casi en su momento más álgido. Fue como, ‘Derek, ¿qué quieres decir? ¿Qué vas a hacer? Estas en Poison The Well. Acabáis de firmar por Atlantic Records. Va a ser maravilloso’. Y se fue. Y nueve años después está en Sleigh Bells. Tenía razón – tenía algo mejor en mente. No mejor pero diferente. Tenía razón: viendo el SNL y le veo ahí y es como si Derek lo supiera. ‘Vale, lo he hecho. Hay algo más que quiero hacer’. Y funcionó.”
Pese a todo, el propio McIlrath reconoce que él mismo era uno de esos fans ‘cabeza-cuadrados’ que no veía con buenos ojos que una banda ‘punk’ o ‘hardcore’ firmara por una multinacional. “Yo era uno de esos chavales. Bad Religion firmó por Atlantic y yo dije, ‘A la mierda ese sello’. Entonces crecí y me di cuenta de que da igual. Cuando uno de nuestros fans critica la forma en que hemos hecho las cosas, me identifico inmediatamente con esa persona. No me cabreo, ¿como me voy a cabrear? Yo era esa persona, el más duro que nadie. Ese era mi camino, pasé por ello y me di cuenta y supe que no importaba. Todo lo que importa son los buenos discos, buenas bandas y las decisiones de la banda sobre lo que hacen.”