Queda ya menos de un mes para el lanzamiento del debut de Storm Corrosion, la esperadísima colaboración entre dos pesos pesados de la música: Steven Wilson y Mikael Akerfeldt, frontman de Opeth. La gente de Music Radar ha querido que los dos protagonistas recuerden su primera colaboración juntos, el disco de Opeth «Blackwater Park» que produjo Wilson.
Mikael Akerfeldt: ¿Qué fueron, dos semanas?
Steven Wilson: Si, un par de semanas. Fue muy divertido. Mikael, el guitarrista de entonces Peter (Lindgren) trajabamos en ello. Me quedé en el apartamento de un amigo tuyo. Vimos películas, escuchamos mucha música… Me pusiste mucho metal porque yo no sabía nada de metal. Me pusiste Bathory y mierda de esa (risas) ¿Cuanto más malvado puede ser?
MA: Y tu me pusiste Throbbing Whistle…
SW: Si, cosas más industriales… En plan, 'Eso no es malvado, esto es malvado'. Estábamos en Gotemburgo, Suecia.
MA: Estuvimos ahí cosa de un mes antes de que Steven viniera con la batería, el bajo y la guitarra rítmica. Fue una bonita grabación. La banda se llevaba bien y yo estaba muy emocionado porque viniera Steven a grabar con nosotros. No sabía qué esperar pero fue tan sencillo. No recuerdo haber tenido ninguna clase de problema, nos llevamos bien desde el primer día. No recuerdo si le mandé demos pero espero no haberlo hecho porque eran horribles (risas)
SW: No lo hiciste.
MA: ¡Genial!
SW: Con el siguiente lo hiciste.
MA: Trabajamos mucho, si. Largos días y el resto del tiempo estábamos en ese apartamento…
SW: Algunas salidas a comprar discos…
MA: Si, si…
SW: Vimos películas, escuchamos música… Vi por primera vez «El sexto sentido».
MA: Tampoco fue una locura. Solo una noche salimos a beber (risas) Estábamos ahí haciendo un trabajo y, de alguna manera, conociéndonos mejor. Trabajar musicalmente con Steve es una experiencia que se disfruta y por eso he terminado haciendo más trabajos con él.
SW: Creo que fue fácil porque Mike quería que hiciera lo que hago normalmente. Por aquel entonces no tenía mucha experiencia como productor, solo había trabajado con un par de artistas. Pero es mucho más cómodo cuando alguien quiere que hagas lo que haces normalmente, sin reducirse a escuchar una pieza musical y pensar, 'Si esto fuera mi música, ¿qué haría?' Y con suerte, las ideas que tendría le gustarían a Mike y diría, 'Vale, genial, hagamos eso'. Fue algo muy natural y eso se ha transmitido también en Storm Corrosion: no hay nada de lo que uno u el otro diga de hacer que haga que el otro diga, 'No podemos hacer eso, es ridículo'. Es más bien al contrario. Todo ese proceso empezó el primer día en que nos pusimos a trabajar en 'Blackwater Park'.
MA: Pregúntale por el efecto de voz telefónica, que era algo que quería, ya sabes, ese efecto que hace que parece que hablas a través de un teléfono.
SW: Si, ese era uno de mis gags. Todo lo que quería eran cosas que sabías que yo ya había hecho. Fue fácil.
MA: Sabes, yo no tengo ni idea de los aspectos técnicos de grabar un disco, soy un inútil total. No sé como poner un micro, no sé como funciona el ordenador… Lo único que sé es tocar la guitarra y así. Así que era tan guay que se me pudiera ocurrir cualquier locura en plan, 'Quiero que esto suene así' y él decía, 'Ah, algo como lo de…' y ponía como referencia otro disco y lo montaba en unos segundos. (Steven) era como un juguete nuevo (risas)
SW: Dale cuerda y que funcione.
MA: Exacto (risas) Fue genial.
SW: La mayoría de referencias sonoras de Mike eran los mismos discos con los que yo crecí. No quería afrontar el disco como un disco de metal y querías que yo aportara ese aspecto progresivo.
MA: No, no le traje para hacernos más metal.
SW: Creo que lo mejor de 'Blackwater Park' es… Si lo miras, en algunos sentidos es un disco revolucionario para el metal porque creo que es la primera vez que un disco de metal extremo sin capas en la producción. No es el disco de metal progresivo -o como se pueda llamar- normal con capas (de pistas sonoras) en la producción y eso es lo bonito de la colaboración.
MA: Me gusta pensar que ya estábamos diferenciados en la escena metal antes de trabajar con Steven pero cuando salió 'Blackwater Park' no había nada así, con esa clase de profundidad. Esto era el 2000 y explotó la escena metal escandinava y esa clase de cosas. Y ninguna banda, al menos en el lado extremo, estaba haciendo algo así, trabajando tanto en el aspecto de la producción.