Kevin Martin, frontman de Candlebox, ha charlado con Loudwire del nuevo disco de la banda, “Love Stories And Other Musings”.
“Creo que es un disco mucho más cohesionado (que ‘Into The Sun’, el anterior). Lo que me encantó de ‘Into The Sun’ fue el hecho de que el disco era un poco de todo y las canciones no sonaban parecidas, no tenía una sola dirección en cuanto a las letras y me recordaba a nuestro primer disco. Lo que me encanta de ‘Love Stories And Other Musings’ es que me recuerda a todos los discos de Candlebox, me hace pensar en todos ellos. No sé si diría que este es nuestro mejor álbum porque ya no pienso así. Muchas cosas han cambiado en los últimos 3-4 años de mi vida como para no preocuparme con ese tipo de cosas. Este disco tiene principio y final, tiene una dirección que es muy Candlebox y es una nueva dirección para nosotros. Las canciones son mucho más pop, no hay esa oscuridad, y ahora soy una persona mucho más feliz.”
Las letras también reflejan ese positivismo: “Tuve mis momentos de duda, parafraseando a Mick Jagger. Tuve 20 años de dudas en mi vida y ya no soy esa persona. Creo que el nacimiento de mi hijo y verle crecer estos últimos años ha sido mágico y me ha permitido pensar en mi vida y por lo que he pasado y como he llegado a donde estoy hoy y como elijo vivir mi vida desde este momento y las cosas que monto para mi familia y su futuro. Espero que nunca decida hacerse músico. Para mi, ahora la música es secundaria, aunque me encanta hacer, me encanta este disco, me ha encantado hacer este disco, me ha encantado trabajar con los chicos y componer las canciones, eso ha sido una gran alegría pero palidece en comparación con mi relación con mi familia.”
Respecto a las influencias más pop que tiene el disco dice que “nos sentamos y discutimos hacia donde íbamos a ir como banda. Si vamos a hacer esto otros 20 años, ¿vamos a continuar luchando por lo bueno siendo eso el sonido Seattle o el rock clásico o los elementos de Iron Maiden y todas esas influencias de bandas con las que crecimos o vamos a exponernos a nueva música y nuevas existencias como banda? Somos capaces de componer cualquier tipo de canción que queramos, ¿por qué elegir limitarnos y encasillarnos en un estilo? Hay tantos otros amantes de la música a los que nos podemos exponer y creo que es lo que conscientemente hemos decidido hacer. Encontremos una nueva dirección para esta banda que nos permita crecer hasta 2020, algo que ni habíamos concebido cuando empezamos esta banda. Eso es lo que fue, que son cosas que nos han hecho sentir tan bien con la música con la que crecimos. No es que fuésemos heavy metal ni que fuésemos punk-rock, fueron las canciones y disfrutar esas canciones. Creo que durante muchísimo no disfrutamos de la música que componíamos, simplemente componíamos. No sé si eso tiene sentido. Nunca disfruté haciendo música tanto como con este disco. Creo que fue porqué cuando cortas todas esas limitaciones de ti mismo y lo que sea que te ate para pensar que tienes que crear algo, cuando cortas eso y te permites ir a donde quieras, es mucho más gratifcante y la hostia de divertido.”
Los años pasan y con periodos de silencio más o menos largas, la banda sigue funcionando. “Lo bueno de Candlebox es que, independientemente de con quien nos vayamos y compongamos, siempre volvemos. Siempre hay algo que nos une. La manera en que Pete (Klett) y yo trabajamos juntos y entendemos los elementos melódicos de nuestra música y como canto y donde pone él sus partes de guitarra -el tono de guitarra de Pete y su estilo de tocar es tan específico- que sería casi imposible para él no sonar como lo hace. Es un grandísimo perfeccionista y ha sido capaz de mantener ese tono en cada disco. Lo mismo pasa con mi voz por mucho que mi voz haya crecido y madurado como cantante, aún pronuncio las cosas igual, aún uso las mismas palabras, por eso funciona Candlebox. En cuanto al proceso compositivo, normalmente nos sentamos y discutimos las canciones, cada uno con una guitarra en la mano. Eso es lo bonito de nuestra relación, ser capaces de sentarnos uno enfrente del otro como músicos y colaborar abiertamente, y lo hemos hecho durante 20 años.”
Una de las canciones, “Sweet Summertime”, está dedicada a su esposa aunque también un tributo a su vida en la música. “Me inspiró mi mujer. Es australiana y tenemos un hijo de cuatro años y estoy constantemente en la carretera y ella ha hecho un gran trabajo criándolo. El chico es maravilloso y sinceramente, yo no tengo nada que ver con ello. Lo duro de estar en la carretera es porque te encanta. Quieres irte a casa cada minuto del día pero, a la vez, la hora y media que estás en el escenario, no querrías estar en ningún otro sitio. Creo que para mi, la terminología ‘Sweet Summertime’ es una metáfora de esa felicidad de dos horas en las que estoy en el escenario. Todo el mundo se prepara para el verano, estando en la playa y yendo de vacaciones, es ese momento que todo el mundo espera ese año, creo que sería complicado que encontráramos a alguien que dijera, ‘Oh, odio el verano, me muero de ganas porque venga el invierno’. La terminología ‘Sweet Summertime’ es una metáfora por el tiempo en el que estoy en el escenario que es mi amante, esa es mi casa cuando estoy lejos de casa. Los mejores momentos de mi vida han pasado en ese escenario, junto a tener mi mujer y mi hijo. Por mucho que quiera dejarlo, por mucho que diga, ‘Oh, si gano la Lotería, no volveré a salir de gira nunca más’, eso es una gran mentira. No podría hacer nada más que música y estoy muy agradecido de haber tenido 20 años para hacerlo. Per si, es mi canción favorita del disco. La compuse en mi cocina y me estaba preparando para salir a la carretera. Acababa de venir de otra gira y creo que eso también se nota en la canción. ”
Además de las 9 canciones nuevas, la banda ha regrabado 5 temas clásicos de su discografía. “Queríamos regrabarlas y ver qué podíamos hacer – divertirnos. La verdad es que no quería hacer otro disco de 13 canciones. Si hiciera las cosas como quisiera, yo iría lanzando EPs y lanzar dos al año. Nuestro manager sugirió la posibilidad de regrabar algunas canciones y así empezó. Lo pasamos muy bien regrabándolas, tratando de captar la misma energía y la misma clase de emoción que sentíamos cuando grabamos aquellas canciones. Fue divertido volver a oírlas, haría como diez años que no oía el primer disco de Candlebox así que cuando llegó el momento de hacer esas canciones tuve que regurgitar algo de aquel material que escupí hace 20 años. Ya ni siquiera canto así que tuve que aprender a cantar las canciones y eso fue un reto interesante. Creo que si pudiera decidir, regrabaría cada disco, para divertirme haciéndolo. Tratar de recapturarla pero con aires nuevos, una energía diferente, suenan un poco más divertidas.”